Hoy estamos presenciando voleibol del más alto nivel, y en los momentos difíciles, recurrimos a un axioma indiscutible: siempre buscamos la seguridad.
Todos saben que las definiciones de los partidos suelen depender de ciertos jugadores. A pesar de las precauciones que se tomen, estos deportistas marcan la diferencia con su rendimiento individual. Son los definidores. Así ha sido con leyendas como Mireya Luis, Gibba, y ahora con estrellas como León, Egonu, Nishida, Melissa Vargas y muchos otros que han asumido la responsabilidad de ser los definidores en momentos cruciales.
Pero, ¿qué cualidades debe reunir uno de estos extraordinarios jugadores? Primero, deben tener una excelente técnica porque, como siempre digo: “No se puede ser líder jugando mal”. El nivel táctico de un equipo depende de su nivel técnico.
Actualmente, los levantadores pueden jugar balones rápidos desde las zonas más distantes de la red. Sin embargo, cuando las “papas queman”, quienes definen son los líderes del grupo, y para ser líder hay que tener crédito. Nadie cree en el que falla. Recibes, bloqueas, defiendes y atacas, todo mientras estás bajo la presión del esquema defensivo rival.
Cuando en nuestro país entendamos que la técnica es la base de todo lo que viene después, posiblemente empecemos a recuperar nuestro antiguo nivel de excelencia. Para un buen ataque o contraataque, se necesita una buena entrega de balón, y para ello es crucial recibir bien un saque o devolver cerca de la red un remate.
En mi opinión, el voleibol tiene dos momentos fundamentales:
Si el balón regresa a una buena posición del levantador, permitirá una buena construcción de ataque. Pero si no es así, habrá que jugar balones altos, lo que permitirá una buena ubicación del bloqueo y creará mucha dificultad para el atacante de bolas altas. Es en estos momentos donde surge “la solución” a nuestros problemas: El definidor.
Esperemos a ver los siguientes partidos y, ¿cómo no? Seguir aprendiendo de este hermoso deporte.